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Arquitectos: Laura Lecué - Collectif como
- Área: 785 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Manolo R Solís, Diafragmas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto Casona los Cedros está ubicado en el centro histórico del pueblo de Espita.
CASONA LOS CEDROS es ante todo un proyecto arquitectónico de rehabilitación integral de un antiguo edificio, que fue el hogar de una familia espiteña antes de quedar abandonado durante unos treinta años. Hoy alberga la recepción del hotel boutique CEDROS y el restaurante CASONA.
Siempre con sentido del detalle y respeto por los materiales locales, las ocho habitaciones, la piscina y el restaurante con su terraza cubierta, de arquitectura contemporánea, se integran en el jardín tropical y dialogan con la arquitectura tradicional del antiguo edificio colonial.
Para la renovación de la parte antigua hemos utilizado materiales y técnicas tradicionales. Piedra, fibra natural, pixoy, chukum, madera certificada y cal componen la paleta de materiales. Utilizados también en la nueva construcción, estos materiales crean un diálogo estético entre lo antiguo y lo contemporáneo.
El proyecto se integra armoniosamente en el pueblo de Espita gracias a la artesanía local y a los materiales de calidad. Los albañiles y carpinteros se basaron en técnicas tradicionales y respetuosas con el medio ambiente, en particular utilizando materiales locales y naturales.
La artesanía local está en el centro del proyecto: las lámparas de bejuco las teje Mango, los textiles bordados los hace Martha, residentes de Espita, y los muebles los fabrican los carpinteros del pueblo.
La antigua casa, situada en la esquina de la calle, llevaba abandonada más de 30 años, por lo que se encontraba en muy mal estado. Los dos volúmenes principales de la parte delantera de la casa ya no tenían tejado, lo que dañó la carpintería y parte del estuco interior.
El primer paso fue retirar todos los elementos de cemento que se habían ido añadiendo a lo largo de los años para restaurar el edificio. A los acabados existentes se añadieron nuevos a base de cal y chukum, se fabricaron nuevas ventanas de madera de cedro en Espita y se añadió un suelo de mosaico de cemento, típico de Yucatán, para dar un toque de color a los tonos naturales del edificio.
El jardín, que también había estado abandonado durante años, se llenó de árboles y vegetación. El proyecto arquitectónico consistía en integrarse alrededor de los árboles sin tener que talarlos.
La vegetación y sus altos árboles son parte integrante del proyecto, y cada elemento construido rodea y realza la vegetación. Las barreras visuales, para crear intimidad entre las habitaciones, las crea la vegetación.
Las habitaciones tienen una gran ventana que da a la vegetación, y cada cuarto de baño tiene su propio patio para proporcionar un pozo de luz y un toque de verdor.
En cuanto a la piscina infinita, está situada en el centro del proyecto, desde la entrada se ve la piscina, en la perspectiva de la puerta. Está rodeada de árboles y por la noche las ramas de los árboles se reflejan en el espejo de agua, borrando el límite entre realidad y reflejo.